El cuento de Navidad de la bruja Calena.


El cuento de Navidad de la bruja Calena.
 








Erase una vez, hace algún tiempo vivía, en el mundo de las brujas y de los brujos malvados, una bruja llamada Calena. Calena vivía en uno de los castillos más oscuros y tétricos del mundo de los brujos y estaba siempre acompañada por su inseparable escoba Trenera. Cada día contemplaba desde lo alto de su castillo el mundo de los niños y se preguntaba las razones por las cuales eran tan felices , ya que siempre que los observaba los hallaba riendo y disfrutando de sus momentos libres.

-Siempre ríen- dijo cabizbaja la bruja Calena dirigiéndose a su escoba Trenera.  Cada vez que me asomo a través de esta pequeña ventana de mi castillo para contemplar el mundo de los niños, estos se encuentran riendo y celebrando alguna festividad o algún festejo- continuó diciendo la bruja

-Me gustaría saber el motivo de la inmensa alegría que sienten- continuó diciendo la bruja.

-Seguramente se debe a que pueden compartir y disfrutar con los miles de juguetes que reciben cada año por Navidad y los días que celebran sus cumpleaños- dijo la bruja ante la mirada sorprendida de Trenera.

-Yo no recuerdo haberme reído y haber disfrutado tanto durante mi infancia- dijo sollozando la bruja

- Siempre me crié en soledad y nunca me hicieron bonitos regalos por Navidad- dijo en tono apenado Calena.

- Siempre se olvidaron de mi. Ni tan siquiera el Papanoel hizo su aparición por la chimenea de mi hogar en ninguna ocasión.- continuó diciendo la bruja.

- Bueno quizás tus antecedentes de bruja les hicieron pensar que no merecías regalos que recibir- dijo la escoba intentando animar a Calena.

- Algún año pensé que quizás los motivos eran esos y decidí abandonar mis conjuros y mis encantamientos y adoptar un comportamiento ejemplar, pero a pesar de mi buen comportamiento ni los Reyes Magos ni el Papanoel aparecieron ante mí con un bonito regalo- continuó diciendo Calena.

- Ni tan siquiera aparecieron con un saco de carbón- dijo tristemente la bruja.

- No recuerdo haberme podido entretener con ningún juguete tal y como lo hacen esos niños. Es por esto que odio las Navidades- continuó diciendo la bruja.

- Odio las risas de los niños, sus juegos y sus entretenimientos ya que yo nunca pude disfrutar de ellos- dijo Calena observando a través de la ventana de su castillo.

- Pero estoy dispuesta a vengarme de todos ellos- dijo la bruja ideando un magnifico plan en su mente.

 - Lograré que el Papanoel, los reyes Magos y todos los seres que pertenecen al mundo de la Navidad se arrepientan de no haberme ofrecido ninguno de los regalos que cada año les pedí. Les recordaré que cada año se olvidaron de visitar mi castillo y de dejarme mi regalo tan merecido- continuó diciendo la bruja enseñándole a Trenera unas fotografías que guardaba en el interior de su baúl.

- Este fue el año que abandoné mis encantamientos y mis hechizos y me apunté a realizar tareas de cuidados a los animales que habían sido abandonados y se encontraban recluidos en perreras y centros de protección de animales. Ese año esperaba recibir mi regalo de Navidad, pero por mucho que me dediqué a sus cuidados, por muy bueno que fue mi comportamiente, no aparecieron los Reyes Magos- continuó diciendo Calena.

- Bueno , quizás no fueron suficientes los cuidados que les ofreciste- continuó diciendo la escoba intentando calmarla.

- Y este otro año, continué elaborando mis encantamientos con la intención de ayudar a las princesas y a los príncipes de los cuentos de hadas de algún que otro maleficio que alguna compañera bruja había vertido sobre ellos. En esta ocasión también esperaba mi merecido premio, pero tampoco hizo su aparición- dijo la bruja resignada.

- Y en esta otra fotografía estoy realizando labores de costura arreglando diversos vestidos y ropas para que los niños del orfanato pudieran disponer de abrigo durante la temporada de frio en invierno. En esta ocasión también esperaba ver aparecer el Papanoel por la chimenea de mi castillo, pero por mucho que le esperé acompañada por buenos dulces que yo misma fabriqué para él, nunca se dignó a aparecer- continuó diciendo la bruja con una lágrima en sus ojitos.

- No llores Calena- dijo apenada Trenera. Quizás los Reyes Magos nunca llegaron a descubrir que en tu interior se hallaba una buena bruja- dijo la escoba secándole las lágrimas a la bruja.

- Pero su función es saber quienes son merecedores o no de sus regalos y de sus atenciones- dijo la bruja no dando crédito  a lo que su amiga Calena le acababa de decir.

- No es posible que año tras año se olvidaran de mí- dijo la bruja con un tono de furia.

- Es por esto que he descubierto la manera de vengarme de ellos- dijo enfadada.

- Si se olvidaron de mi todos estos años, yo haré que se olviden también de repartir sus regalos este año. Ningún niños recibirá nunca más sus regalos de Navidad- dijo la bruja dirigiéndose hacia su bola de cristal.

- He descubierto que los Reyes Magos, el Papanoel y el resto de seres que habitan en el mundo de la Navidad crean sus regalos por medio del calcetín mágico- dijo la bruja mostrándole a Trenera la imagen del calcetín en su bola de cristal.

- Cuando los Reyes Magos y el Papanoel reciben las cartas que los niños les envían pidiéndoles sus respectivos regalos, ellos preguntan al hada de la Navidad si ese niño es merecedor de recibir los regalos dependiendo de cómo se hayan portado. El hada les muestra a través de su gran espejo mágico el comportamiento del niño durante ese año y los Reyes y el Papanoel deciden si el niño recibirá ese año su regalo. Si el comportamiento ha sido el adecuado se dirigen con sus trineos y con sus camellos a la sala de creación de regalos con la intención de poder crear con su imaginación los regalos que los niños les han solicitado en sus cartas. Cuando tienen en su mente el regalo, se dirigen en busca del calcetín mágico e introducen la imagen de los regalos dentro del calcetín, lo agitan tres veces, vierten en su interior cientos de granos de purpurina y en breves instantes el regalo aparece en su interior. Una  vez que el calcetín crea todos los regalos , los depositan en la sala esperando que llegue la noche de su celebración para repartirlos por todos los hogares de los niños- continuó diciendo la bruja.

- Esta es su misión. Crear los regalos y distribuirlos en función del comportamiento de los niños durante ese año y en función de la bondad de su corazón: El hada les facilita esta información mediante el reflejo de su espejo mágico- continuó diciendo la bruja.

- He pensado en apoderarme del calcetín mágico. Sin el calcetín mágico ni los Reyes ni el Papanoel podrán crear sus regalos y los niños no recibirán nada este año- dijo muy contenta la bruja.

- De esta manera me vengaré por todos estos años que estuve sin recibir ni tan siquiera un pequeño regalo- dijo la bruja tramando su malévolo plan.

- Por muy bien que se porten esos niños durante este año, no recibirán ni un regalo, ya que el calcetín mágico estará bajo mi posesión. – dijo la bruja ante la mirada sorprendida de Trenera.

- Ni tan siquiera habrá regalos cuando golpeen al cagatió ni cuando dejen un buen bizcocho para los camellos de los Reyes Magos, por que ni tan siquiera ellos recibirán su porción- dijo la bruja imaginándose la situación en su mente.

- Esos niños dejaran de reírse y de divertirse con los juegos este año, no recibirán ni un solo juguete, se darán cuenta de lo mal que lo pasé cada año cuando esperaba bajo la chimenea el regalo que nunca hizo su aparición- dijo la bruja en tono exaltado.

- Pero los niños no tienen la culpa de que los Reyes y el Papanoel se olvidarán visitar tu castillo. Tienes que ser comprensiva con ellos. Piensa en lo tristes que se pondrán si ni los Reyes ni Papanoel reparten los regalos que crea el calcetín mágico con las cartas que los niños les envían- dijo la escoba ante la mirada de la bruja.

-Se pondrán muy tristes si no reciben los regalos merecidos- continuó diciendo la escoba.

- Pues igual que lo estuve yo durante todos estos años y nadie se preocupó si estaba triste o si realmente era merecedora de algún regalo. Mira , todas estas cartas esperaban respuesta , pero nadie atendió a mis deseos, el hada de la Navidad se olvidó de mostrar a los Reyes mi reflejo en su espejo, el Papanoel no se preocupó por visitar mi castillo con su trineo. Nadie se acordó de la bruja Calena y de su buen comportamiento durante años- continuó diciendo la bruja.

- Ahora se enterarán quien es la bruja Calena, los Reyes, el Papanoel y todos los seres de la Navidad por fin recordaran mi nombre. Haré que rescaten del espejo mi imagen y que se den cuenta de mis buenos comportamientos durante estos años y en los que no recibí un solo regalo de su calcetín- continuó diciendo la bruja.

- Una vez que tenga bajo mi poder al calcetín obligaré a los Reyes Magos y al Papanoel a crear todos los regalos que les pedí año  tras año- continuó diciendo la bruja.

- Una vez que tenga mis regalos merecidos me desharé para siempre del calcetín y todos los seres de la Navidad desaparecerán con él- dijo la bruja pensando en la manera de apropiarse del calcetín.

- Y he tramado un plan y nada puede fallar- dijo la bruja acercándole el caldero mágico a su amiga la escoba.

- He fabricado la pócima del sueño- dijo la bruja con su libro de encantamientos en la mano.

- La noche antes de Navidad, cuando los niños esperen aparecer a Papanoel con sus regalos a través de la chimenea de sus hogares, nos dirigiremos al mundo de la Navidad y extenderemos nuestra pócima del sueño sobre todos los seres que allí habitan que comenzarán a sentir un largo y aplacible sueño en cuanto mi pócima entre en contacto con ellos. En breves minutos entraran en un sueño muy profundo, momento que nosotros aprovecharemos para introducirnos en la sala de creación de juguetes y apoderarnos del calcetín mágico sin que se den cuenta. Cuando tengamos al calcetín bajo nuestras manos , regresaremos a nuestro castillo y esperaremos a que los seres del mundo de la Navidad se despierten y que descubran que su calcetín ha desaparecido y que sin él no son capaces de crear ni tan siquiera un solo juguete para los niños esta Navidad- dijo la bruja enseñándole la pócima del sueño a su escoba.

- Por muchas cartas que reciban, no podrán fabricar los regalos para los niños sin su calcetín. La noche de Navidad ningún niño disfrutará de sus regalos . Y lo mismo ocurrirá el día de los Reyes Magos, en el que la única que recibirá su premio merecido seré únicamente yo- continuó diciendo la bruja.

- Así que no tenemos más tiempo que perder- dijo la bruja en tono impaciente. Debemos preparar nuestro viaje para el mundo de la Navidad y verter nuestra pócima del sueño por todo el lugar- continuó diciendo la malvada bruja.


Y dicho esto comenzó hacer los preparativos para su viaje mientras en el mundo de la Navidad los diferentes seres se encontraban reunidos leyendo las primeras cartas que habían recibido del mundo de los niños.

- Mirad esta bonita carta- dijo el Papanoel leyendo detenidamente una carta que pertenecía a un niño Australiano.

- Se llama Marcos y tiene nueve años. Para este año ha solicitado un avión teledirigido porque dice que se ha portado muy bien con su pequeño hermano. Dice que no han reñido prácticamente durante todo este año y que por eso cree que merece recibir su regalo- continuó diciendo el Papanoel ante la mirada de uno de los duendes que le ayudaban a repartir sus regalos.

- Debemos ir a comprobar si realmente su comportamiento ha sido ejemplar, si esto es así no dudaremos en llevarle a su hogar el regalo- dijo el duende Dento acercándole otra de las cartas que había recibido.

-  A ver….- dijo el Papanoel. No esta carta no va dirigida para mí, es para los Reyes Magos. Deposítalas junto las otras cartas de los Reyes, estos regalos pueden esperar a ser fabricados. – continuó diciendo el Papanoel.

- Mira esta de aquí- dijo contento otro de los duendes. Esta carta se dirige hacia ti pero no solicita ningún regalo- dijo el duende Gretín.

- Este niño australiano pide tan solo poder estar de nuevo al lado de su papá- dijo emocionado el duende Cretín. Hace algún tiempo que se marchó del país por cuestiones laborales y desea poder ir a visitarlo estas Navidades- dijo emocionado Gretin.

- ¿ Cómo podemos ayudarlo?- continuó el diciendo el duende.

- Bueno veremos su comportamiento y si es merecedor de su regalo, crearemos un bonito billete de avión para que pueda ir a visitarlo este año- continuó diciendo Papanoel. Creo que será uno de los regalos que más ilusión me hará poder fabricar- continuó diciendo el Papanoel.

-¡ Cada vez nos llegan más cartas!!- dijo emocionado otro de los duendes. Tenemos mucho trabajo que realizar!!. En cuanto organicemos las cartas iremos a visitar al hada de la Navidad para confirmar que todos estos niños no se han portado mal durante este año pasado y poder crear sus regalos- continuó diciendo el duende ajeno a lo que la malvada bruja pretendía realizar.

Y dicho esto el Papanoel y sus duendes terminaron de clasificar las cartas y se dispusieron a visitar al hada de la Navidad, ya que la noche de su celebración se acercaba y querían tener disponibles todos los regalos para poderlos repartir antes de los primeros rayos de sol del día de Navidad hicieran su aparición.

Mientras se dirigían hacia la sala de creación de juguetes, los Reyes Magos acompañados por uno de sus camellos llegaban repletos de cartas que habían recibido de los niños solicitándoles sus regalos.  En aquel momento la bruja Calena acompañada de su escoba llegó al mundo de la Navidad dispuesta a poner en marcha su malvado plan.
-Mira Trenera- dijo la bruja señalando hacia donde se encontraban los Reyes Magos y el Papanoel.
-Si son los seres de la Navidad que se olvidaron de mi año tras año- dijo en tono de enfado la bruja.
-Creo que se dirigen a fabricar los regalos. Quieren estar preparados para el dia de su celebración, pero yo conseguiré frenarlos antes de que puedan fabricar ni tan siquiera un regalo- continuó diciendo la bruja.
-Ahora expandiré mi pócima gracias a mi  molinillo encantado- dijo la bruja sacando de su enorme gorro un gran molinillo de viento mágico.
-Mi molinillo mágico se encargará de extender por todo el mundo de la Navidad mi pócima del sueño que hará en varios minutos cada ser de la Navidad comience a notar sus efectos- dijo la bruja depositando el molinillo de viento en una de las montañas más altas que configuraban el mundo de la Navidad.
-Gracias a él y a la ventisca que voy a provocar con la ayuda del conjuro de  la movilidad, mi pócima no tardará mucho tiempo en extenderse por todo el lugar- continuó diciendo la bruja.

En breves minutos con la ayuda de su conjuro mágico, la pócima y su bonito molinillo de viento, logró extender su fórmula del sueño por todo el mundo de la Navidad provocando con ello que todos los seres iniciaran un largo sueño.

En cuanto la pócima se extendió y los seres del mundo de la Navidad se quedaron dormidos, la bruja se dirigió apresuradamente hacia la sala de creación de juguetes en busca del calcetín mágico. Una vez que llegó hasta la sala se adentró muy despacio hacia su interior y en una de las salas mágicas pudo hallar al calcetín que reposaba tranquilamente en una de las columnas que conformaban la sala. Sin más tiempo que perder, recogió el calcetín, lo introdujo en el interior de su gorro y regresó volando sobre su escoba de nuevo hacia su castillo.

Mientras los seres de la Navidad permanecían dormidos, los niños del mundo de los niños jugaban con los juguetes que años anteriores habían recibido ajenos  a lo que en el mundo de la Navidad estaba aconteciendo.
-Mirad- dijo Macarena dirigiéndose hacia Pablo. Mi muñeca de trapo Polena ha perdido el botón que le hacía de ojito- dijo tristemente la niña.
-Pues ya sabes que regalo pedir para este año a los Reyes Magos. – dijo Pablo mirando atentamente a la muñeca de Macarena.
-Una nueva muñeca de Trapo- dijo Pablo muy convencido.
-Bueno.. quizás no quiera ese regalo- dijo apenada Macarena. Aprecio mucho a mi muñeca Polena, quizás les pida aguja e hilo para poder coserla nuevamente y poder seguir jugando con ella.- continuó diciendo Macarena.
-Creo que ese será mi regalo para este año, poder reconstruirla nuevamente y poder crearle con agujas e hilos nuevos vestidos con los que poder abrigarla- dijo emocionada Macarena.
-Pues yo ya sé el regalo que le pediré a Papanoel, un bonito wikicuento para leer- continuó diciendo Pablo.
-A mí me gustaría pedirle a Papanoel una bolsita de golosinas  para repartir con mis compañeros del colegio el día de mi cumpleaños, que es justo el día de Navidad- dijo muy emocionada Patricia ante la mirada del resto de los niños que se encontraban jugando en el parque.
-Pues yo creo que pediré un nuevo coche de carreras para incorporar a mi escalextric- continuó diciendo Pedro .
-Bueno si todos ya tenemos decididos los regalos que les pediremos podemos ir a la biblioteca para redactar nuestras cartas y enviárselas urgentemente al mundo de la Navidad para que los Reyes y el Papanoel sepan cuáles son los regalos que queremos para este año- continuó diciendo Macarena.
-Pues vayamos enseguida en busca de nuestras cartas y escribamos los regalos que deseamos. Esperemos que nos los puedan conceder, todo dependerá de cómo nos hayamos comportado- continuó diciendo Pedro

Y enseguida los niños se dirigieron a la biblioteca con la intención de comenzar sus redactados mientras la bruja había regresado de nuevo a su castillo y se hallaba contemplándolos desde la ventana de su castillo.
-Si, id a la biblioteca indefensos niños, que por muchas cartas que escribáis no recibiréis ningún regalo para esta Navidad- dijo la bruja sonriendo de oreja a oreja.
-Vuestro Papanoel y los Reyes Magos se encuentran sumidos en un largo sueño y para cuando despierten descubrirán que han perdido su calcetín y que sin él no pueden crear ningún regalo más- dijo la bruja mirando detenidamente el calcetín mágico.
-Vamos querida escoba. Dentro de tres días será el día de Navidad y estoy deseando poder comprobar cómo los niños dejan de sonreír cuando vean que Papanoel no se ha acercado por su hogar a pesar de que su comportamiento haya sido ideal- dijo la bruja dirigiéndose a la sala de conjuros.

Y enseguida la bruja se marchó a seguir planeando la segunda parte de su plan mientras que los seres del mundo de la Navidad se comenzaban a despertar.
-¿ Pero qué es lo que ha ocurrido?- dijo Papanoel mirando atentamente el calendario de festividad. Mañana es el día de la Navidad y no hemos fabricado ni tan solo un regalo- dijo alarmado mirando la sala de creación de juguetes que se encontraba totalmente vacía.
-Nos hemos quedado profundamente dormidos- dijo Baltasar  que no daba crédito a lo que acababa de suceder.
-Disponemos de muy pocos días, tenemos que llevarles todas estas cartas al hada de la Navidad y comenzar a crear todos los regalos antes de amanezca un nuevo día- dijo Melchor ante la mirada de sorpresa de Papanoel.
-No concibo lo que ha podido ocurrir. Siempre teníamos preparados lo regalos antes de hora. Ahora tenemos que  apresurarnos si queremos poder repartirlos esta misma noche- dijo Papanoel a los duendes que comenzaban a despertarse.

Pero antes de que Papanoel pudiera finalizar sus palabras el hada de la Navidad hizo su aparición sobresaltada ya que había descubierto que alguien había robado su calcetín mágico.
-Queridos Reyes, Papanoel y resto de seres de la Navidad. Alguien ha entrado en la sala de creación de juguetes y nos ha robado el calcetín mágico. Sin él no es posible crear los juguetes para los niños este año- dijo el hada sobresaltada.
-He preguntado a mi espejo mágico quien había sido la responsable del robo del calcetín y me ha mostrado la imagen de la bruja Calena y de su enorme castillo- dijo tristemente el hada.
-Ella ha robado el calcetín- dijo el hada sorprendida. El espejo me ha mostrado su historial y en él he podido encontrar la causa por la cual nos ha robado el calcetín- dijo el hada cabizbaja.
-La bruja esta triste y enfadada con nosotros porque año tras año hemos olvidado de entregarle sus regalos. Durante su infancia esperó vuestra aparición, se comportó de manera adecuada y realizó bonitas acciones para ser merecedora de sus regalos, pero nosotros la olvidamos creyendo que solo había maldad en su interior- continuó diciendo el hada.
-Ahora quiere vengarse de nosotros apoderándose del calcetín. Quiere hacer sentir a los niños lo mismo que ella sintió cuando cada año se quedó sin sus regalos- continuó diciendo el hada.
-Después pretende conseguir que creamos cada regalo que dejó de recibir para ella y posteriormente quiere deshacerse del calcetín- dijo triste el hada.
-¿ Pero esto no es posible?- dijo el cagatió acercándose hacia el hada. Si los niños no reciben sus regalos y si desaparece por completo el calcetín mágico, las Navidades acabaran por desaparecer.
-Así es. Pero la bruja está muy triste y enfadada con nosotros, no desistirá de llevar a cabo su plan…..A menos que…- dijo el hada intentando pensar la manera de convencer a la bruja.
-Al menos que reciba sus regalos la noche antes del día de Navidad. Si logramos que este año obtenga los regalos que debió recibir todos aquellos años pasados, quizás nos perdone y nos devuelva el calcetín mágico- continuó diciendo el hada.
-Si , quizás si nos perdone …podamos convencerla de que nos devuelva el calcetín y con el poder crear los regalos para esta Navidad- dijo el cagatió pensativo.
-¿Pero cómo vamos a crear los regalos de la bruja sin la ayuda del calcetín mágico?- dijo en tono de duda Melchor.
-La única manera que tenemos de poder crear sus regalos es si logramos encontrar las tres chocolatinas mágicas del pasado y depositarlas en el calendario de la Festividad- dijo el hada en estado meditativo.
-Una vez que encontremos las tres chocolatinas mágicas y las depositemos en el interior del calendario de la festividad , debemos seleccionar cada uno de los años en que la bruja se comportó de manera adecuada y no recibió ningún regalo. Cuando seleccionemos todos los años , el calendario de la festividad podrá recuperar de la imaginación y de la memoria  de la bruja todos los regalos que solicitó . El calendario utilizará las tres chocolatinas para crear la semilla de la bondad que deberemos llevar al interior de su castillo la noche de Navidad . Una vez que logremos llevar la semilla a su castillo, debemos hacer que la bruja vuelva a creer en los seres de la Navidad, que vuelva a recuperar la fe y las esperanzas perdidas. Si logramos que de su corazón vuelva a brotar algo de bondad, la semilla creará un gran árbol de Navidad en el que se encontrarán colgados cada uno de los regalos que debió recibir en los años pasados- dijo el hada ante la mirada de los Reyes Magos y de Papanoel.
-Pero disponemos de muy poco tiempo- dijo el Papanoel viendo que en pocas horas se celebraría la noche de Nochebuena.  Debemos encontrar las tres chocolatinas mágicas y poder crear la semilla de la bondad antes de que  la Nochebuena de paso a la Navidad- continuó diciendo el Papanoel.
-Si, antes de que pase la media noche- acabó por concretar el hada.
-¿ Y dónde podemos encontrar las tres chocolatinas mágicas y el calendario de la festividad?- dijo en tono asustado Baltasar.
-Nunca antes había oído hablar de ellas- continuó diciendo el rey Mago.
-Es que las chocolatinas no se encuentran en nuestro mundo, tan solo las podréis encontrar en el mundo de los niños- dijo el hada ante la mirada de los seres de la Navidad.
-Debéis encontrar tres niños que sean capaces de demostrar altruismo y bondad en el interior de su corazones, que sean capaces de ceder sus regalos a otros niños más necesitados . Si encontráis tres niños en los que la bondad y altruismo supere los sentimientos y emociones de egoísmo que en sus corazones puedan albergar, debéis espolvorear sobre ellos la purpurina que utilizamos para crear en el interior del calcetín los regalos, y si sus corazones están libres de maldad, la purpurina formará tres chocolatinas en forma de corazones dorados que deberéis depositar en el interior del calendario de la festividad. Una vez que las chocolatinas estén en su interior el calendario se encargará de crear la semilla de la bondad con la que deberéis partir al castillo de la bruja e intentar hacer crecer el árbol de Navidad con sus regalos. El árbol tan solo se creará si lográis que la bruja recupere la fe y la confianza en vosotros y que su corazón recupere la bondad  que el pasado le hizo merecedora de sus regalos- continuó diciendo el hada de la Navidad.
-¿ Pero como sabremos encontrar a los tres niños que tengan la suficiente bondad en su interior como para llegar a ceder sus regalos de Navidad? – dijo el Papanoel dubitativo.
-Debéis de guiarnos por vuestra intuición- continuó diciendo el hada.
-Quizás leyendo nuevamente las cartas de los niños halléis en ellas la solución- dijo el hada ante la mirada de los seres de la Navidad.
-Pues entonces vayamos a leer de nuevo las cartas , seleccionaremos aquellas que reflejen más bondad y altruismo en sus escritos e iremos en busca de los tres niños que formarán las tres chocolatinas de la verdad- dijo en tono animado Baltasar.

Y dicho esto los Reyes Magos y el Papanoel se dirigieron en busca de las cartas que los niños les habían enviado con la intención de seleccionar aquellas que demostraran más bondad y amor en sus redactados. Poco a poco Papanoel con la ayuda de los Reyes Magos y sus duendes comenzaron a leer de nuevo cada una de las cartas y seleccionaron entre ellas las que reflejaban más capacidad de amar y compartir con los demás.
-Creo que hemos realizado una buena selección- dijo el Papanoel recogiendo las tres cartas seleccionadas.
-Esta es la carta que pertenece a la niña Macarena. En ella tan solo pide una aguja e hilo para poder arreglar a su muñeca  Polena. No solicita una nueva muñeca ya que no le gustaría separarse de ella- continuó diciendo el Papanoel.
-Y esta otra carta pertenece al niño Australiano Ertino,  que tan solo desea poder estar al lado de su papá estas Navidades- continuó diciendo el Rey Melchor.
-Y finalmente esta carta que pertenece a la niña Patricia, que tan solo desea golosinas para poder repartir con sus amigos del colegio el día de su cumpleaños- continuó diciendo Baltasar
-Pues si ya hemos seleccionado a los tres niños tenemos que ir en su búsqueda y aplicar sobre ellos la purpurina del calcetín mágico. Esperemos que hayamos acertado en nuestra decisión y que los niños hagan emerger las chocolatinas de la bondad del interior de sus corazones- dijo el Papanoel ante la mirada del resto de seres de la Navidad.
-Nos repartiremos en pequeños grupos e iremos en busca de los tres niños. En cuanto tengamos las chocolatinas en nuestra posesión iremos hacia el calendario de la festividad , una vez que estemos allí reunidos , esperamos a que el calendario cree la semilla de la bondad y con ella partiremos al castillo de la bruja- continuó diciendo Baltasar.

Y dicho esto Baltasar acompañado por el cagatió se dirigieron en busca de Patricia, Melchor y el Papanoel subidos a su trineo fueron a buscar a la niña Macarena y Gaspar  y el duende Gretin se subieron a su camello y marcharon en busca de Ertino. Los tres grupos se dirigieron al mundo de los niños con la esperanza de que hubieran acertado en su elección. En cuanto llegaron al mundo de los  niños se dirigieron a sus respectivos hogares, deseando poder aplicar sobre los niños seleccionados la purpurina mágica del calcetín. Prácticamente anochecía y en poco tiempo el reloj anunciaría media noche, tenía que darse prisa si querían estar en el castillo de la bruja antes de que la nochebuena diera paso al día de Navidad , que sería ya demasiado tarde para hacer emerger de la semilla de la bondad el árbol de Navidad para la bruja.
Así que con mucho cuidado se dirigieron a las habitaciones de los tres niños que estaban dormidos esperando a que amaneciera el nuevo día y poder recibir sus regalos. Lentamente dejaron caer sobre sus corazones la purpurina mágica que llevaban consigo esperando que la bondad de los niños hiciera brotar de sus corazones las chocolatinas mágicas.   Fueron uno a uno depositando la purpurina y comprobaron con júbilo que habían acertado en su elección, ya que del interior de cada uno de los corazones de los niños brotó una chocolatina en forma de corazón dorado. En cuanto las chocolatinas fueron creadas, los Reyes Magos , el cagatió y el duende Gretin fueron en busca del calendario de la festividad que se encontraba en el umbral que conectaba el mundo de los niños con el mundo de la Navidad. En cuanto estuvieron allí, depositaron cuidadosamente las chocolatinas en el interior del calendario  esperando que de su interior emergiera la semilla de la bondad con los recuerdos de los regalos no recibidos de la bruja en los años pasados. En seguida  que depositaron las tres chocolatinas mágicas en el interior del calendario éste comenzó a iluminarse con bonitos colores y retrocedió en el tiempo, buscando las imágenes de los regalos que la bruja pidió y no obtuvo aun siendo merecedora de ellos. El calendario comenzó a emitir una bonita melodía producto de la bondad que la bruja había manifestado durante esos años y de repente de su interior comenzó a producirse la semilla de la bondad con los recuerdos y con las imágenes de todos sus regalos.

-¡¡Mirad!!- dijeron emocionados los Reyes Magos. El calendario ha creado los recuerdos y las imágenes de la bruja y con ellos ha formado la semilla de la bondad- continuaron diciendo los Reyes magos.
-Si, por fin hemos podido crear la semilla que dará origen a su árbol de Navidad y a sus esperados regalos- dijo el cagatió emocionado.
-Ahora tan solo debemos esperar que la bruja recupere de su interior su bondad y que nos sepa perdonar por haberla olvidado durante todos estos años- continuó diciendo Papanoel.
-Si la bruja recibe sus regalos en la noche de Navidad y recupera su bondad , quizás decida devolvernos el calcetín mágico y la Navidad no desaparezca jamás- continuó diciendo el duende Gretín.
-Bueno, recojamos enseguida la semilla y marchemos con nuestro trineo y nuestros camellos al castillo de la bruja- continuó diciendo Baltasar recogiendo la semilla del interior del calendario.

Y seguidamente los seres de la Navidad se marcharon en dirección del castillo de la bruja esperando que la semilla de la bondad creara para ella el árbol de Navidad con sus regalos. Prácticamente era medianoche, tan solo faltaban unos cuantos minutos para que las doce campanadas sonaran, tenían que darse prisa si querían que la bruja les devolviera el calcetín mágico antes del día de Navidad. En cuanto llegaron a su castillo se adentraron en su interior deseosos de poder hacerle entrega a la bruja sus regalos y convencerla para que les devolviera el calcetín mágico, pero en cuanto llegaron al castillo la bruja acompañada con su escoba les estaba esperando con una  nueva pócima entre sus manos.
-Os estábamos esperando- dijo la bruja Calena. Mi bola mágica me mantiene informada sobre vuestros movimientos, sabía que vendríais en busca de vuestro calcetín- dijo la bruja dirigiéndose hacia los Reyes Magos y el Papanoel que no salían de su asombro.
-Sabias que vendríamos pero desconoces nuestros motivos- dijo el cagatió acercándose a la bruja con la semilla de la bondad entre sus manos.
-Estamos aquí para pedir que nos perdones por haberte olvidado durante todos estos años- continuó diciendo el Papanoel
-Y para que nos devuelvas nuestro calcetín- dijo Melchor ante la mirada de extrañeza de la bruja.
-Todavía estamos a tiempo de crear los diferentes regalos para los niños y que los  puedan disfrutar el dia de Navidad- continuó diciendo Gaspar.
-Pues no os cederé le calcetín ahora me pertenece y con el crearé los regalos que debisteis haberme entregado como recompensa a mi bondad en los años pasados. Después me encargaré de destruirlo- dijo la bruja enfadada.
-Pero no es necesario que utilices el calcetín para ello, nosotros hemos traído con nosotros tus regalos- dijo el cagatió mostrándole la semilla a la bruja.
-Queremos que nos perdones y para ello hemos buscado en tus recuerdos y en tu imaginación cada uno de los regalos con los que debíamos haberte obsequiado como premio a tu bondad y todos ellos se encuentran en el interior de esta semilla que creará tu árbol de Navidad- dijo Baltasar acercándose a la bruja.
-En su interior están todos los regalos que nos pediste y que no te pudimos entregar- continuó diciendo Gaspar.
-¿En esa pequeña semilla?- dijo la bruja mirando atentamente la semilla de la bondad.
-Lo siento mucho, no os creo- dijo la bruja. Solo pretendéis engañarme, recuperar vuestro calcetín y que yo me vuelva a quedar sin mis regalos- continuó diciendo la bruja.
-Ahora os podéis marchar de aquí si no queréis que vuelva a aplicar sobre vosotros mi pócima el sueño u otra mucho peor- dijo la bruja mostrándoles la pócima.
-Está bien , pero no nos iremos de aquí sin mostrarte algo- dijo el cagatió lanzando sobre la semilla de la bondad unos cuantos granitos de purpurina del calcetín mágico.

En cuanto la purpurina entró en contacto con el calcetín, de su interior comenzaron a producirse las imágenes de los recuerdos de la bruja en forma de figuras luminosas de muchos colores. Las imágenes mostraban cada una de las escenas pasadas en las que la bruja había solicitado sus regalos para el día de Navidad y para el día de los Reyes magos y éstos no les dejaron ni tan siquiera un solo regalo. La bruja comenzó a sentir las emociones relacionadas con cada uno de sus recuerdos, empezó a emerger de su interior la bondad con la que había elaborado cada uno de sus actos en el pasado plagados de altruismo para ser merecedora de sus regalos, se dio cuenta que lo más importante de aquellas imágenes no era haber conseguido o no sus regalos si no el sentirse dichosa realizando cada uno de sus actos: Mientras la bruja visualizaba cada una de las escenas,  se dio cuenta que quizás los seres de la Navidad la habían olvidado porque sus actos de bondad tan solo perseguían poder obtener regalos, no el simple hecho de haberlos realizado por amor y deseo de ayudar a los demás.

Poco a poco el corazón de la bruja fue llenándose de luz y de color con los recuerdos y las imágenes del pasado y comprendió que el verdadero motivo que te hace merecedora de tus regalos el día de Navidad es sentirte dichosa por tus actos de bondad ya que por muy buenas actuaciones que realices para Navidad no obtendrás ningún regalo si no los sientes de verdad.

-Creo que ya he comprendido el motivo por el cual no recibí ningún regalo- dijo la bruja cabizbaja.
-Quizás solo realicé buenas actuaciones para lograr conseguir regalos- dijo la bruja tristemente. No los realicé por que los sintiera realmente, si no para obtener con ellos buenos y bonitos regalos por Navidad- dijo la bruja sollozando.
-Bueno, o quizás el espejo del hada de la Navidad se equivocó al no descubrir que debajo de esos sentimientos de egoísmo que tu corazón albergaba, se hallaban los bonitos sentimientos de bondad que ahora mismo reflejas a través de estas palabras-continuó diciendo el cagatió.

Y antes de que el cagatió acabara de pronunciar esta última frase , la semilla de la bondad de la bruja comenzó a crecer y crecer y dio lugar a un bonito árbol de Navidad lleno de los regalos que la bruja había solicitado cada uno de sus años pasados. El árbol emergió en el centro de su oscuro castillo, iluminando cada una de sus paredes con bellas luces y hermosos colores, haciendo sonar cada una de las melodías que se encontraban en el interior de la bruja.

Los seres de la Navidad celebraron emocionados que por fin la bruja había recibido sus regalos y que había recobrado la bondad que siempre se había hallado en su interior.

Una vez que la bruja vio su maravilloso árbol, comenzó descolgar cada uno de sus regalos  y entendió por fin que la verdadera bondad solo se mide el acto en sí y no en el fin que pretendas conseguir.   En seguida los Reyes Magos , el cagatió y el duende se despidieron de la bruja que les devolvió sin dudarlo el calcetín mágico y les acompañó al mundo de la Navidad para poder ayudar a repartir todos los regalos a los niños que estaban pendientes de crear.

Con mucho esmero, armonía e ilusión el Papanoel consiguió poder llevar a cabo su misión. Con la ayuda de todos los seres de la Navidad y de la bruja consiguieron repartir a tiempo todos los regalos que los niños fueron encontrando a medida que se fueron despertando.

Y así fue como la bruja Calena consiguió su árbol por Navidad y como el Papanoel y los Reyes Magos pudieron de nuevo regalos crear demostrando con ello el verdadero significado del espíritu de la Navidad ,ya que el regalo más preciado que podrás recibir jamás no es el que con un calcetín mágico puedas crear sino la verdadera satisfacción que los actos de bondad sentidos te puedan aportar.


Y colorín , colorado..este cuento se ha acabado.

Los wikicuentos multiculturales

Monica zambrano




-




No hay comentarios:

Publicar un comentario